El estudio
El nuevo estudio, dirigido por investigadores de Taiwán, comparó datos de dos grandes conjuntos de datos: las pruebas nacionales de aptitud física para estudiantes de Taiwán, que miden el rendimiento físico de los estudiantes en las escuelas, y las bases de datos de National Insurance Research, que registra reclamaciones médicas, diagnósticos de recetas y otros medicamentos. información. Los investigadores no tuvieron acceso a los nombres de los estudiantes, pero pudieron utilizar los datos anonimizados para comparar los resultados de salud mental y condición física de los estudiantes.
El riesgo de sufrir un trastorno de salud mental se comparó con tres métricas de aptitud física: aptitud cardiovascular, medida por el tiempo que un estudiante pasó en una carrera de 800 metros; resistencia muscular, indicada por el número de abdominales realizados; y potencia muscular, medida por el salto de longitud de pie.
Un mejor rendimiento en cada actividad se asoció con un menor riesgo de trastornos de salud mental. Por ejemplo, una disminución de 30 segundos en el tiempo de 800 metros se asoció con un menor riesgo de ansiedad, depresión y TDAH en las niñas. En los niños, esto se asoció con una menor ansiedad y un menor riesgo de padecer el trastorno.
Un aumento de cinco sentadillas por minuto se asoció con una disminución de la ansiedad y el riesgo de trastornos en los niños, así como con una disminución del riesgo de depresión y ansiedad en las niñas.
«Estos hallazgos sugieren el potencial de la aptitud cardiorrespiratoria y muscular como factores protectores para mitigar la aparición de trastornos de salud mental en niños y adolescentes», escribieron los investigadores en el artículo de la revista.
Ya se pensaba que la salud física y la salud mental estaban relacionadas, agregaron, pero investigaciones anteriores se basaron en gran medida en cuestionarios y autoinformes, mientras que el nuevo estudio se basó en evaluaciones independientes y autoinformes.
El panorama
El Cirujano General, Dr. Vivek H. Murthy, ha llamado a la salud mental “la crisis de salud pública definitoria de nuestro tiempo” y ha colocado la salud mental de los adolescentes en el centro de su misión. En 2021, emitió un inusual aviso público sobre el tema. Las estadísticas de la época revelaron tendencias alarmantes: de 2001 a 2019, la tasa de suicidio entre los estadounidenses de 10 a 19 años aumentó en un 40 por ciento y las visitas a las salas de emergencia relacionadas con autolesiones aumentaron en un 88 por ciento.
Algunos formuladores de políticas e investigadores han achacado el fuerte aumento al uso intensivo de las redes sociales, pero la investigación es limitada y los resultados a veces son contradictorios. Otros expertos plantean la hipótesis de que el uso intensivo de pantallas ha afectado la salud mental de los adolescentes al desplazar el sueño, el ejercicio y las actividades en persona, todos considerados esenciales para un desarrollo saludable. El nuevo estudio parece confirmar el vínculo entre la aptitud física y la salud mental.
«Estos resultados resaltan la necesidad de realizar más investigaciones sobre programas de fitness específicos», concluyen los autores. Estos programas, añadieron, “tienen un potencial significativo como intervenciones preventivas primarias para los trastornos mentales en niños y adolescentes”.