Walter Massey, un físico con una vocación superior

Y a diferencia de las representaciones de la cultura pop de los físicos teóricos (garabatos solitarios en pizarrones, cubiertos de nubes de polvo de tiza), al Dr. Massey le gusta trabajar con la gente. La gente, a su vez, le tiene en alta estima como para pronunciar su nombre en los espacios adecuados. Termina un proyecto y pronto cae otro en su regazo. También tiene predilección por heredar organizaciones que necesitan algún tipo de dirección, más recientemente el Gigante Magallanes, que enfrenta turbulencias financieras.

El Dr. Massey se involucró en el proyecto del telescopio hacia el final de su presidencia de la Escuela del Instituto de Arte de Chicago. En una reunión de la junta directiva del Laboratorio de Biología Marina Woods Hole en Massachusetts, Robert Zimmer, entonces presidente de la Universidad de Chicago, le pidió que formara parte de la junta directiva de Giant Magellan. Un año después, el Dr. Massey fue elegido presidente.

Pero de todos sus cargos y honores, uno se destaca, dijo el Dr. Massey. En 1995, asumió la presidencia de su alma mater, Morehouse College, una universidad históricamente para hombres negros en Atlanta y la funeraria del Dr. King. «Sin Morehouse», dijo, «simplemente no sería quien soy».


El Dr. Massey creció en Hattiesburg, Mississippi, en el apogeo de la segregación. Si fueras negro, recordó, te sentarías en el balcón del cine, viajarías en el autobús atrás y te deslizarías por las entradas laterales de las tiendas, si es que pudieras comprar allí. Y cuando había una persona blanca en la acera, te apartabas del camino.

Desesperada por irse, se emocionó cuando, a los 16 años, ganó una beca para asistir a Morehouse. Pero rápidamente se dio cuenta de que sus compañeros de clase despreciaban a la gente de Mississippi. «Entonces dije: ‘Se los mostraré’, dijo el Dr. Massey. ‘¿Cuál es el curso más difícil?'». Eligió la física porque sintió que tenía algo que demostrar.

En la fusión de cuatro universidades, fue el único estudiante del año que estudió física. Pero nunca estuvo solo. Al contrario, le encantaba perderse en ecuaciones. Años más tarde, su MemoriaEl Dr. Massey describió «la absorción más cercana a un estado meditativo que jamás haya alcanzado».

Llevó esa pasión a un programa de doctorado en la Universidad de Washington en St. Louis, donde estudió cómo se comportaba el helio líquido cerca del cero absoluto. En 1966, obtuvo su doctorado, uniéndose a más de una docena de físicos negros de todo el país que habían logrado la misma hazaña.

Poco después, el Dr. Massey se mudó a Chicago para trabajar en el cercano Laboratorio Nacional Argonne, donde estudió el extraño comportamiento de las ondas sonoras en helio superfluido que parecía desafiar las leyes de la física. Su trabajo llamó la atención de investigadores de Urbana-Champaign y del teórico Anthony Leggett de la Universidad de Sussex en Inglaterra, quienes entendían el helio. Más tarde le valió el Premio Nobel de Física..