Un volcán entró en erupción sin previo aviso en el sur de Islandia el sábado por la noche, la última de una serie de erupciones en la región, que amenaza la infraestructura local y llevó a las autoridades a declarar el estado de emergencia.
Fuentes de lava surgieron del suelo y se abrió una fisura de casi dos millas de largo en la península de Reykjanes alrededor de las 8:30 p.m., Oficina Meteorológica de Islandia. dicho. La erupción se produjo cerca de la ciudad de Grindavik, la central eléctrica de Svartseng y la Laguna Azul, una de las atracciones turísticas más famosas de Islandia.
El Instituto Meteorológico de Finlandia dijo que había recibido indicios de una posible erupción sólo unos 40 minutos antes de que ocurriera. La agencia envió sus primeras advertencias antes de que comenzara la erupción.
Blue Lagoon y Grindavik fueron evacuados poco después de la erupción. Según RUV, la emisora nacional. Grindavik tiene alrededor de 4.000 habitantes, pero la ciudad tenía sólo unos pocos habitantes en ese momento. Alrededor de 700 visitantes se alojaron en la Laguna Azul.
El domingo por la mañana, Hjordis Gudmundsdottir, portavoz del servicio de rescate y del departamento de gestión de emergencias, dijo a los periodistas que el mayor riesgo estaba en dos tuberías que llevaban agua caliente desde la central geotérmica de Svartseng a las casas de la península.
Poco después de la medianoche, la lava fluyó a través de la carretera hacia la tubería de distribución de agua de la central eléctrica, según una actualización de la Oficina Meteorológica de Islandia a la 1:00 p.m. hora local.
La lava no se ha movido mucho desde el domingo por la mañana y se encontraba a unos 200 metros de la tubería. Los rescatistas estaban monitoreando la velocidad de la lava, que ha sido «lenta y constante desde esta mañana», dijo la oficina.
La erupción fue probablemente la mayor de siete en la península de Reykjanes desde 2021, incluidas cuatro desde diciembre, dijo la agencia de protección civil. opinión. Antes de eso, la península había estado inactiva durante 800 años.
Los meteorólogos han expresado su preocupación de que si la lava continúa al mismo ritmo, podría fluir hacia el Atlántico Norte. El contacto entre lava y agua puede provocar pequeñas explosiones y gases peligrosos.