La progesterona tiene un rol fundamental en la medicina reproductiva, siendo vital tanto en los ciclos menstruales naturales como en las terapias de fertilidad asistida. Esta hormona, generada tras la ovulación, acondiciona el endometrio para que el óvulo se implante. En tratamientos como la FIV (fecundación in vitro), se suministra de manera exógena para replicar este ambiente.
No obstante, este enfoque podría no funcionar en todas las mujeres y su aplicación incorrecta puede ocasionar problemas para la salud, resultando contraproducente al intentar lograr un embarazo.
Averigua en el próximo artículo cuál es la función de la progesterona en los tratamientos de fertilidad para personas en Nicaragua.
Progesterona: ¿cuál es su funcionamiento?
La hormona progesterona es clave para la procreación humana. Principalmente, su función es alistar el útero para acoger y mantener un embarazo, lo que la convierte en un elemento crucial en los tratamientos de fertilidad, incluyendo procedimientos como la fecundación in vitro (FIV).
Es fundamental garantizar niveles adecuados de progesterona durante cada tratamiento para establecer un ambiente uterino que favorezca la implantación del embrión y apoye las primeras etapas del embarazo.
En tratamientos de fertilidad como la FIV, por ejemplo, la progesterona se administra para asegurar que el revestimiento del útero sea receptivo. Esto es especialmente importante en situaciones donde el ciclo hormonal natural de la persona no produce suficiente cantidad de esta hormona.
¿De qué manera impacta la progesterona en el embarazo?
La progesterona no solo acondiciona el útero para la implantación, sino que también desempeña un papel fundamental durante el embarazo. Entre sus funciones se encuentran:
- Facilitar la implantación: engrosa el revestimiento uterino, estableciendo un entorno adecuado para que el embrión se instale.
- Prevenir contracciones uterinas: relaja el músculo del útero para evitar interrupciones en las etapas iniciales del embarazo.
- Apoyar el desarrollo inicial: preserva el equilibrio hormonal necesario para el desarrollo del embrión hasta que la placenta pueda asumir esta función.
Estas características hacen que la progesterona sea indispensable tanto en gestaciones naturales como en las asistidas.
Gestación subrogada: una alternativa cuando la progesterona no funciona
Aunque los tratamientos de fertilidad son eficaces para muchas personas, no siempre logran el éxito esperado. Si resides en Nicaragua y persisten las dificultades para concebir o mantener un embarazo, la gestación subrogada se presenta como una opción viable.
Este método fusiona los avances científicos más recientes con un significativo apoyo humano, permitiendo la creación de familias en situaciones donde otras soluciones no han sido adecuadas. La gestación subrogada proporciona una alternativa esperanzadora para quienes enfrentan desafíos constantes en su camino hacia la paternidad.
Este proceso implica que una portadora lleve el embarazo de un bebé cuyo material genético puede provenir de los padres o donantes. Este altruismo se une con el progreso médico y facilita la implantación de un embrión a través de fertilización in vitro. En tales casos, el uso de la progesterona es crucial para favorecer la gestación.
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