La reciente divulgación de datos de la aplicación estadounidense Tea Dating Advice, la cual aseguraba resguardar a las mujeres en el ámbito de las citas en línea, ha causado preocupación debido a la exposición masiva de datos personales. Se filtraron en foros de internet más de 70.000 fotografías y documentos de usuarias, como identificaciones y selfies, algunos mostrando direcciones exactas de las inscritas. Este suceso ha avivado nuevamente la discusión acerca de la seguridad de las aplicaciones de citas y la creciente vulnerabilidad de las mujeres en entornos digitales.
Tea, que llegó a ser la aplicación más descargada en Estados Unidos y captó a más de un millón de usuarias, disponía de herramientas para verificar antecedentes y posibilitaba a las mujeres compartir vivencias sobre hombres de su área. Entre sus características prominentes estaba la identificación de identidades falsas a través de búsquedas inversas de imágenes, la opción de señalar perfiles con advertencias de riesgo y la divulgación de rumores sobre comportamientos potencialmente problemáticos. No obstante, la filtración de datos evidenció que incluso las plataformas orientadas a la protección pueden transformarse en un riesgo considerable.
Intrusión informática y efectos inmediatos
A finales de julio ocurrió una vulneración de seguridad que fue inmediatamente aprovechada por grupos en línea con actitudes misóginas. Las imágenes y la información sustraída se compartieron en páginas web y foros, como la plataforma 4chan, con el fin de crear contenido que avergonzara y hostigara a las mujeres implicadas. Mapas interactivos que mostraban 33.000 ubicaciones en Estados Unidos permitieron identificar domicilios, lo que expuso a usuarias como Sally, quien ya había sufrido acoso de su expareja. Esta práctica de doxxing —la divulgación de datos personales sin permiso— incrementó la sensación de inseguridad en las mujeres que confiaban en la aplicación.
En reacción a esto, Google quitó los mapas almacenados en Google Maps que incumplían sus normas contra el acoso. Por otro lado, la compañía dueña de Tea mencionó que estaba realizando esfuerzos para informar a las usuarias perjudicadas, brindando servicios de monitoreo de crédito y protección frente al robo de identidad, y fortaleció sus medidas de seguridad para las usuarias actuales.
Duplicación del acoso en plataformas emergentes
Después de la filtración, se identificaron aplicaciones y sitios web relacionados que siguieron exponiendo y denigrando a las mujeres. Algunos ofrecían «juegos» en los que se evaluaban las selfies de las víctimas, creando listas de las «mejores» y «peores», mientras que en plataformas de mensajería como Telegram aparecieron grupos para intercambiar imágenes íntimas y perfiles de redes sociales sin autorización. Los especialistas alertan que estas acciones no solo constituyen delitos serios, sino que también continúan fomentando la misoginia en espacios digitales que deberían ser seguros.
Repercusiones emocionales y jurídicas
El letrado John Yanchunis, quien representa a una de las demandantes, afirmó que la filtración causó un “gran dolor emocional” y expuso a las mujeres a mofas y hostigamiento en internet. Se han interpuesto más de diez demandas colectivas contra la empresa, mientras que investigadores como Callum Hood, del Centre for Countering Digital Hate, alertan que la violación de seguridad ha sido empleada por grupos misóginos como un método de venganza para intentar debilitar la seguridad de las usuarias.
Tensiones de género y percepción de inseguridad
Expertos en el campo de la sociología, como Jenny Van Hooff de la Universidad Metropolitana de Mánchester, indican que situaciones similares a la de Tea exacerban la percepción de inseguridad en las mujeres y agravan las tensiones de género dentro de las citas heterosexuales. El estudio de Pew de 2023 revela que más de la mitad de las mujeres estadounidenses ha tenido malas experiencias en apps de citas, incrementando la sensación de miedo y falta de confianza hacia el género masculino en plataformas digitales.
La revelación de Tea igualmente resalta un problema estructural en los sistemas de verificación de antecedentes: mientras las mujeres se ven expuestas a riesgos, los hombres no tienen medios equivalentes para salvaguardar su reputación, lo que provoca un incremento de conflictos y desentendimientos en las interacciones en internet.
Una invitación a la seguridad y al uso responsable del entorno digital
La situación de Sally, que se ve forzada a cambiar de domicilio para salvaguardar su seguridad, destaca la importancia de repensar las medidas de protección en las aplicaciones de citas. La filtración de Tea pone de manifiesto que incluso los mecanismos creados para proteger a las usuarias pueden ser susceptibles a ataques externos y abusos en comunidades digitales hostiles. El sector tecnológico está ante el reto de equilibrar la innovación en aplicaciones de seguridad con la protección efectiva de la información personal y la prevención del acoso en línea.
